Marta y María: Dos Respuestas Diferentes a la Presencia de Jesús
El afán de Marta
Marta, al recibir a Jesús en su casa, se preocupó por atenderle con excelencia. Su intención era buena, pero estaba tan ocupada sirviendo que perdió de vista lo más importante: la presencia del Maestro.
María y su devoción
Por otro lado, María se sentó a los pies de Jesús y escuchó su palabra. Mientras Marta se afanaba, María escogía estar con Jesús, mostrando la actitud correcta ante la presencia del Señor.
Jesús Corrige la Perspectiva de Marta
Jesús responde a Marta con amor, pero con firmeza: "Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas, pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada" (Lucas 10:41-42).
Jesús no está diciendo que el servicio no es importante, sino que la prioridad debe ser él. Antes de servir, debemos sentarnos a sus pies y recibir su dirección.
Dios Nos Llama con Doble Mención
En varios momentos clave de la Biblia, Dios llama a personas mencionando su nombre dos veces:
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"Abraham, Abraham" (Génesis 22:11-12)
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"Jacob, Jacob" (Génesis 46:2-3)
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"Moisés, Moisés" (Éxodo 3:4)
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"Samuel, Samuel" (1 Samuel 3:10)
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"Simón, Simón" (Lucas 22:31-32)
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"Saulo, Saulo" (Hechos 9:4-5)
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"Jerusalén, Jerusalén" (Mateo 23:37)
Cada vez que Dios repite un nombre, es un llamado a la atención, una invitación a un cambio de perspectiva. En el caso de Marta, Jesús la llama a priorizar la presencia sobre la actividad.
El Tabernáculo y Nuestra Relación con Dios
En Hebreos 9:1-10, se describe el Tabernáculo con sus dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo. Esto nos recuerda que hay un proceso para entrar en la presencia de Dios. No basta con quedarnos en la actividad externa del lugar santo; debemos anhelar la intimidad del lugar santísimo.
Los Hijos de Sadoc: Un Llamado a la Intimidad con Dios
En Ezequiel 44:9-18, Dios diferencia a los levitas que se apartaron de él y a los hijos de Sadoc, quienes se mantuvieron fieles. Mientras unos solo podían servir en las tareas del templo, los hijos de Sadoc tenían el privilegio de acercarse a Dios.
Esto nos enseña que nuestro servicio debe fluir de una relación íntima con Dios. No se trata solo de hacer cosas para él, sino de estar con él.
Conclusión: Escoge la Mejor Parte
Hoy, Dios nos llama como llamó a Marta. Nos dice que dejemos el afán y la ansiedad y que elijamos lo mejor: su presencia. Sirvamos, sí, pero primero aprendamos a sentarnos a los pies del Maestro.
No dejemos que las ocupaciones nos roben lo más valioso: la intimidad con Jesús.